Sobre el Internet rural por satélite

Manu Arenas
9 min readJun 7, 2023
Foto: Hispasat . Este sí es un caso óptimo de uso del satélite para conectar una ubicación rural

Escucho en La Sexta Clave todo un panfleto publicitario acerca del próximo Internet Rural que se va a desplegar a través del Plan UNICO Demanda Rural. La Sexta incluso tiene una web específica que podemos encontrar aquí.

Antes de entrar en materia, advierto que el tono de este artículo entra dentro de lo irreverente en algunos momentos. Soy consciente de ello, pero la irreverencia es el recurso que queda ante el abuso que se va a cometer sobre decenas miles de ciudadanos (por lo visto hay 1,3 millones de entidades entre hogares y otras ubicaciones, suscentibles de “beneficiarse” de este servicio) que van a contratar un servicio anacrónico, caro y deficiente como si fuera banda ancha, y se van a encontrar con un servicio deficiente, limitado y caro para todo aquello que no sea navegar en la red, consultar el correo o consumir contenidos de baja calidad en redes sociales.

Para ir al grano: este plan UNICO Demanda Rural , desplegado de forma masiva y no de forma muy puntual como complemento para el despliegue de fibra óptica, es un timo y un robo. Y me da vergüenza ajena depender de políticos que sean capaces de “vender” un “servicio” tan precario como una solución óptima para solventar un tema(zo) como el del Internet rural (y no tan rural).

Me explico: actualmente, tras años de retraso en la ejecución de los planes PEBA, en los que se iba a conectar la práctica totalidad del territorio con fibra óptica, hay zonas “rurales” ubicadas a apenas 1 km de un núcleo urbano con más de 10.000 habitantes que siguen “disfrutando” de un maravilloso ADSL con velocidades de incluso menos de 3 Mbps de bajada y 0,6 Mbps de subida. No creo que sea justo denominar zona rural a una urbanización a escasos 100 metros del edificio más cercano. Y en el mapa, veo muchas zonas azules perfectamente comunicadas que entran dentro del ámbito de este plan UNICO Demanda Rural.

Más bien, parece que se confunde “rural” con vivir en poblaciones donde, en vez de edificios donde es fácil conectar una conexión de fibra para decenas de clientes, tenemos casas unifamiliares. Y eso es seguir el juego a las operadoras, que parece que no tienen interés alguno en hacer su trabajo.

Estas zonas “rurales” cuentan con conexiones ADSL con los mencionados 3 “megas” de bajada y 0,6 “megas” de subida, cuando la fibra más modesta ofrece mínimo 100 “megas” mientras que la mayoría ofrecen 300 megas, 500 megas o 1.000 megas. Además, son “megas” simétricos: los mismos para la bajada que para la subida.

Estos usuarios, pagan a las operadoras una cifra similar a la que se paga por fibra de tipo “Digi” en zonas con cobertura de fibra óptica. El estado ha mirado para otro lado ante tal abuso, cuando lo más sensato y lógico sería, cuanto menos, obligar a las operadoras a dar este servicio con un coste cero. El cable de cobre ha sido amortizado de sobra. Eso, por un lado. Por otro, que haya habido un retraso de tres años en los planes PEBA, como me consta que ha sucedido en algunos casos, debería suponer una penalización para las empresas encargadas de su “ejecución” (tres años de retraso poniendo como justificación una pandemia, es un insulto a la inteligencia).

El satélite NO es la solución óptima

Tras estar en un tierra de nadie con los planes PEBA (a saber dónde han ido a parar los millones venidos de Europa para financiar estos proyectos, aunque Europa lleva tiempo reclamando a Sánchez información detallada de las inversiones realizadas con estos fondos en diferentes ámbitos), haciendo que los usuarios paguen ADSL a precio de fibra, llega Hispasat.

Veamos. La conexión satélite de Hispasat ofrece como máximo 100 “megas” de bajada y 5 “megas” de subida. Ahora hablan de que el 73% del territorio tendrá 10 “megas” de subida. Ya veremos ese 73% en lo que se queda. Lo más seguro es que tengamos 5 y gracias. Y ni siquiera 10 “megas” son una cifra digna o justa o neutral.

Estos 5 “megas” de subida (o 10) son una miseria. Y los 100 “megas” de subida, un querer y no poder. Repito: una miseria. A poco que haya un teletrabajador conectándose remotamente a un servidor cloud, adiós a los 5 Mbps y nos quedamos más que cortos. Además, la latencia, que es el tiempo que tarda el satélite en “hacer caso” a las peticiones de conexión de Internet, es de más de 600 ms. Para comparar, la latencia de la fibra es de 3 o 4 ms. Y hay servicios y aplicaciones que dependen de la latencia para funcionar correctamente. Por no hablar de que cuando llueva o haga niebla, las transmisiones vía satélite ven reducida su velocidad.

Tenemos, como colofón a este “plan”, 150 GB de cuota mensual. Vamos a ver: si actualizamos tres equipos Windows, ya habremos consumido 30 GB de esos 150 GB. Si vemos películas en streaming, con calidad en alta definición, para Netflix tenemos un consumo de datos de 3 GB por hora. Para 4K tenemos 7 GB por hora. Con una hora al día en alta definición tenemos gastados otros 90 GB (30 horas x 3 GB por cada hora). Habremos consumido en tareas normalitas, 120 GB. Nos quedan 30 GB para el resto de usos. NO LLEGA.

Pongo otro ejemplo: un juego de los “top”, que se compra actualmente a través de tiendas online, “pesa” en ocasiones entre 50 GB y 90 GB dependiendo de que se tengan texturas de alta definición o no, por ejemplo. Así que, si compramos un juego, ya nos habremos liquidado incluso más de la mitad de la cuota de datos. Y eso, para un usuario.

Leo como argumento en la web de La Sexta, que esos 150 GB son como en los móviles y que al consumirse, se baja la velocidad, como si fuera algo lógico, justo y natural. Los argumentos por analogía son muy fáciles de esgrimir, pero la mayor parte de las veces, se sustentan sobre analogías falsas. Queda muy bien decir que los 150 GB son suficientes, si se compara con los “gigas” de las tarifas de datos, pero la realidad es que no es una analogía válida ni justa. Eso sí, de 1 AM a 6 AM, no se computan los datos consumidos. (Ya veremos, y aunque sea así, es un insulto a la inteligencia. Ya veo a muchos autónomos levantándose a la 1 AM para poder medio hacer su trabajo cuando hayan consumido los 150 GB a la semana de haber empezado a contar la mensualidad.

Por lo pronto, los usuarios tienen pantalla FullHD en los móviles para consumir contenidos, mientras que las televisiones ya son 4K en muchos casos. Por otro lado, los ordenadores se usan para muchas más tareas que los móviles, especialmente para crear contenidos y no solo para consumirlos. Y eso requiere de mucho más tráfico. Además, en una conexión de Hispasat, esos 150 GB hay que repartirlos entre varios ordenadores, consolas, televisores, etcétera.

Además, nos van a “chupar” 35 euros al mes. Que no son 35 euros únicamente. A eso habrá que añadir la cuota de telefonía móvil, que se nos pone, en total, a unos 50 euros mensuales, siendo optimistas.

El satélite es la solución óptima para llevar Internet a un refugio de montaña. A una estación meteorológica en una lugar perdido de la mano de Dios. A una estación de seguimiento para infraestructuras en puntos remotos…. Pero NO es la solución para llevar banda ancha a zonas “rurales”.

La conexión de subida es tan importante o más que la de bajada en los tiempos del teletrabajo, la videoconferencia o el ocio digital. Por ejemplo, olvídate del gaming como algo realizable con Hispasat.

NO tenemos servicios convergentes

Por supuesto, olvídate de servicios convergentes. Ni televisión incluida en el servicio, ni Netflix, ni HBO, ni Amazon Prime, ni Disney, ni nada. Así que, volvemos a estar pagando una birria de servicio a precios superiores a los de las propuestas de fibra que disfrutarán vecinos a apenas unos cientos de metros de nosotros.

Una VERGÜENZA.

Desplegar fibra no es llevar un cohete a la Luna

A estas alturas, los despliegues de fibra no son la obra de ingeniería que suponía hace unos años. Fusionar fibra es algo que ya no supone pérdidas de calidad en la transmisión significativas ni máquinas ultra caras. Cualquier instalador ya lleva un fusionador de fibra en su maleta de herramientas.

Los fusionadores de fibra cuestan menos de 1.000 euros

Además, donde llega un cable de la luz ya puede llegar un cable de fibra. Cualquier pueblo que tenga iluminación pública está en disposición de que llegue la fibra óptica, por aire o a través de las canalizaciones correspondiente. En Madrid muchos registros de fibra están en las alcantariilas, por ejemplo. Lo que no se hace es llegar a acuerdos público-privados con las operadoras para que se “incentive” llevar fibra a zonas donde la densidad de población es inferior a la de las zonas urbanas con bloques de edificios.

Y, cuando se ha hecho, con los planes PEBA, empresas como ADAMO se han metido el dinero en el bolsillo, subcontratando la instalación a infinidad de empresas que han dejado chapuza tras chapuza en todo tipo de pueblos y espacios naturales, incluso, como se puede ver en Bandaancha.eu.

A quién beneficia este “plan” UNICO

En primer lugar, a Hispasat, que va a ver cómo le sale instalar las parabólicas gratis a costa de los fondos europeos mientras se lleva 35 euros al mes por un tráfico de datos que va a servir a una velocidad paupérrima la mayor parte del tiempo. Porque cuando se acaben los 150 GB de cuota, se bajará la velocidad.

Dicen que de 1 a 6 de la mañana no se contarán los Gigas gastados, pero sospecho que cuando hayan contratado el servicio más de un número determinado de usuarios, la velocidad a esas horas acabará siendo paupérrima también. El ancho de banda de los transpondedores de Hispasat se tiene que repartir entre todos los usuarios conectados. Ya veremos.

También beneficia a las operadoras, a las que parece que no se las va a “invitar” a que inviertan en infraestructura de fibra. Así se quedarán con un negocio redondo como es el de las zonas urbanas, donde maximizan el beneficio minimizando la inversión realizada.

Beneficia al Estado, que seguro que algo se llevará por esta “gestión”, al tiempo que se quita un muerto de encima con un tema como el de la conectividad rural.

A quién no beneficia es a La Sexta, a la que se le ve, o bien el plumero haciendo de teletienda para esta chapuza del Estado, o bien su incapacidad para informar objetivamente sobre un tema tan relevante como este. Si alguien se da por aludido, estoy abierto a intercambiar puntos de vista abiertamente. Puede que haya algún detalle que se me escape.

A quien seguro que no beneficia es al usuario. Que acabará pagando un dineral por un servicio que no vale lo que cuesta ni de lejos. En La Sexta escuché a uno de los defensores del satélite decir algo así como “solo 35 euros”. 35 euros es un robo a satélite armado y a decretazo armado. Si así defiende los intereses de los ciudadanos en otras materias, estamos vendidos.

De la brecha digital a la desigualdad digital y la NO neutralidad de red

Se quiere solucionar el tema de la brecha digital. Pero con este plan UNICO basado en Hispasat, no solo no se soluciona la brecha, sino que se va en contra de los principios de neutralidad de red.

Esta red no es neutral y va a dejar por el camino usuarios que, en el siglo XXI, estarán en la edad de piedra de la banda ancha aunque pagando más que los usuarios que disfrutan de fibra óptica. Hablamos de desigualdad de red, que es un problema nuevo que se añade al de la brecha digital y la no neutralidad de red.

No entiendo cómo es posible que se comunique tan mal este tema, y de un modo tan parcial e incompleto. De verdad.

--

--